Un lugar ideal para una escapada. Un recorrido de un día que será inolvidable.
Otumba es una palabra de origen náhuatl que en la época prehispánica fue Otompan. Se compone de Otomitl u Oton, “Jefe de Otomíes”; Pan, “en”, “sobre”, y significa “Lugar de Otomies”.
Una versión alternativa cuenta que por este lugar pasó Hernán Cortés y libró una gran batalla en donde perdió muchos soldados y dijo para sí: ¡Oh, tumba de mis soldados! y que fue por esta razón que se bautizó así a este municipio.
El motivo que me llevó a Otumba fue conocer Burrolandia, Proyecto de Rescate del Burrito Mexicano. Puedes leer la nota completa siguiendo este enlace. El video te lo dejo a continuación:
Luego, a 100 metros de Burrolandia está el Museo del Ferrocarril… un sitio mágico en el que puedes viajar en el tiempo. Fue creado en 2006 por «Amigos del Ferrocarril en Otumba A.C.» y desde entonces se dedica la conservación y difusión del patrimonio ferroviario de la región del Valle de Teotihuacán a través de diversas actividades culturales, recreativas, académicas y educativas. El museo está ubicado en los terrenos que pertenecieron a la antigua estación de Otumba. La estación fue edificada sobre la línea México-Veracruz del antiguo Ferrocarril Mexicano, por la Compañía Imperial Mexicana del Camino de Hierro. Lee la nota completa aquí.
La Batalla de Otumba
Muy cerca de allí, siguiendo la carretera a Axapusco, hay un monumento en homenaje de los guerreros caídos en la Batalla de Otumba que tuvo lugar el 7 de julio de 1520 y que fue uno de los momentos decisivos para la caída del Imperio Azteca ante la conquista española. Después de la derrota de Cortés en Tenochtitlán, en la llamada «Noche triste», los españoles tuvieron que abandonar la ciudad rumbo a Tlaxcala donde estaban sus aliados.
Cuitláhuac, el nuevo emperador después de la muerte de su hermano Moctezuma, envió a otro hermano, Matlatzinatzin, como general de los ejércitos reunidos para pelear contra los españoles y sus aliados. El objetivo era emboscar a Cortés antes de que llegara al señorío de los tlaxcaltecas lo que era una buena idea por el lamentable estado en que se encontraba el ejército de los españoles. La marcha hacia Tlaxcala duró cinco días casi sin descanso y el agua y el alimento eran escasos. Los mexicas tenían muchas posibilidades de someter a los españoles y sus aliados en el siguiente enfrentamiento. Sin embargo, durante la batalla en el valle de Otompan, Cortés llevó a cabo un golpe maestro. Recordó que cuando el estandarte era tomado por los enemigos, o el general perecía, el ejército solía caer en la confusión, dispersarse e incluso huir. Acompañado de varios españoles, ubicó el estandarte, hizo caer al piso al Cihuacóatl, quien fue muerto por Juan de Salamanca. El estandarte pasó a manos de Cortés. Efectivamente, al caer aquél, los mexicas se sumieron en la confusión y se replegaron.
Los resultados fueron terribles para ambas partes. Se dice que hubo alrededor de 20,000 muertos, de un total de 200,000 hombres. Se dice que la mayor parte de los tlaxcaltecas murió y que de los sobrevivientes del lado español, casi todos resultaron heridos.
Acueducto del Padre Tembleque
En pleno centro de Otumba está uno de los extremos de una obra colosal: un acueducto de 48 km de longitud que abasteció a las poblaciones de Otumba, Nopaltepec y Axapusco con agua potable traída desde Zempoala en el vecino estado de Hidalgo.
Fue una obra proyectada a 3 años y autorizada por la corona española que determinó no cobrar tributo al pueblo de Otumba durante ese período para destinar los fondos a la construcción. Ya en la práctica el proyecto se extendió a 17 años, motivo por el que fue enviado un visitador para investigar qué pasaba con el dinero y la obra del acueducto. Se dice que el Padre Tembleque logró lo que muchos arquitectos no hubieran osado hacer. Es una obra increíble para aquella época no sólo en su longitud sino en altura: 33 metros, algo así como un edificio actual de 10 pisos.
El letrero detrás de mí dice: «Aljibe terminal del Acueducto del Padre Tembleque construido en el siglo XVI por iniciativa del fraile franciscano. Fue declarado Patrimonio Mundial 2015 por la UNESCO. Este sistema hidráulico recorre la meseta central mexicana por 42km hasta este aljibe. Los métodos utilizados para su construcción atestiguan la doble influencia de conocimientos de occidente en materia de sistemas hidráulicos y de las técnicas tradicionales mesoamericanas.»
«El comité del patrimonio mundial ha inscrito el 8 de julio de 2015 al complejo hidráulico del acueducto del Padre Tembleque en la lista de patrimonio mundial. La inscripción de esta lista confirma el valor universal excepcional de este sitio cultural que debe ser protegido para el beneficio de la humanidad.
En este complejo hidráulico que dotó de agua de manantial a las principales poblaciones de Nopaltepec, Axapusco y Otumba, la mano de obra indígena y el conocimiento europeo de la hidráulica se fusionan audazmente en una obra arquitectónica única en el contexto americano durante el siglo XVI.»
El aljibe terminal está a pie de calle protegido por un muro de cristal.
Detrás de las letras gigantes de Otumba en la plaza principal, está representada una parte del acueducto del Padre Tembleque.
Otumba también es famoso por el Día del Burro y su Feria Nacional del Burro que se conmemora cada 1 de mayo. Ese día hay desfile de burros con disfraces de moda, carrera de burros, etc.
Cine en Otumba
Los que disfrutamos con el turismo cinematográfico tenemos en Otumba las locaciones de «Tonta, tonta pero no tanto» (1971), una de las primeras películas de una de las cómicas más reconocidas en México: ‘La India María’ . En Otumba se filmaron escenas en la Parroquia de la Purísima Concepción, en la estación del ferrocarril de Otumba y en la plaza principal emulando la Feria Nacional del Burro. Filemon, el burro que acompaña a la India María vivió en Burrolandia. Te dejo la película por si quieres ver las escenas mencionadas: desde el comienzo hasta el minuto 6 y desde 1h:22min hasta el final.
El Museo Gonzalo Carrasco, que fue la antigua casa del alumno del célebre paisajista José María Velasco y además exhibe una extensa colección de objetos prehispánicos estaba cerrado por remodelación. Y como ya era hora de comer, ahi mismo al lado de la puerta del museo había una fondita de comida corrida por 45 pesos en la que pude comer y descansar un poco.
A 100 metros de allí está la Parroquia de La Purísima Concepción, donde aún se aprecian vestigios de pinturas murales del siglo XVI pero sólo la vi desde afuera.
Una buena opción para la escapada es visitar las Pirámides de Teotihuacan y Otumba ya que son localidades vecinas, separadas por sólo 14km.
¡Qué amable es la gente de Otumba! Me encantó conocerlos.
Cómo llegar a Otumba
Desde Puebla por Arco Norte, una hora y media. Tomas la México-Puebla, pasas por la caseta de San Martín (costo 41 pesos), te incorporas al Arco Norte hasta la salida a Otumba (costo 155 pesos), si vas a Teotihuacan, salida por la carretera 132D (costo 188 pesos).
Desde Puebla en Autobuses Teotihuacan. Salen desde la Central de Autobuses Puebla ubicada en Blvd Carmen Serdán 1999. Y en Otumba la terminal está ubicada a 10 metros de la entrada a ese municipio.
Desde CDMX, son 60 km por la carretera 132D.
Desde CDMX en Autobuses Teotihuacan saliendo desde la Central Norte. Taquilla en andén 7.
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